Nos mudamos a este antiguo garaje en el 45 de Guillem Massot, en abril del 2017, después de arrancar la aventura clandestina un año antes en el antiguo local.
Bons aires es un barrio que nos ha visto crecer y al que después de mucho, volvimos más que ilusionados a seguir luchando por nuestro sueño.
La pieza estrella del garaje es la barra de Krion, de 10m de longitud y retroiluminada en la que se desarrolla toda la acción; decidimos acompañarla de comodísimos asientos para que la experiencia del comensal fuera de lo más agradable mientras disfrutara del servicio. Poco a poco se ha ido llenando de más recuerdos, historias y anéctotas convirtiendolo en un espacio íntimo y muy personal.